El pasado 31 de diciembre de 2018, nos dejó José María Muñoz Porras, Catedrático de Álgebra de nuestro departamento, a los 62 años. Nacido en Ciudad Rodrigo y formado en la escuela de Juan B. Sancho Guimerá, se especializó en geometría algebraica obteniendo la cátedra en 1993. No solo creó una amplia escuela de discípulos, sino que fue pionero en la internacionalización, desde sus estancias en centros de prestigio (Princeton, Berkeley, etc.), hasta la creación de los Congresos Iberoamericanos de Geometría junto a Sevín Recillas y Rubí Rodríguez. 

Apoyándose en su amplísima cultura matemática y en una visión privilegiada, era capaz de situar los problemas en una perspectiva desde la que se manifestaban sus característica esenciales. Comenzando por sus resultados sobre el problema de Schottky, pasó a desarrollar una teoría algebraica de solitones que aplicó, junto con sus discípulos, a una panoplia de problemas: aplicaciones a la aritmética (leyes de reciprocidad), a la geometría algebraica (problemas de móduli), sistemas algebraicos integrables (pares de Higgs), a la teoría de cuerdas, etc. Paralelamente, también trabajó en la teoría de variedades abelianas, estudiando propiedades de su espacio de móduli y sus aplicaciones (efecto Hall cuántico). En una etapa posterior, y como ejemplo de su capacidad de relación, supo utilizar la teoría de curvas algebraicas en la teoría de códigos correctores de errores (códigos convolucionales). En todas estas áreas alcanzó logros reconocidos internacionalmente en publicaciones y conferencias. 

Dada su gran capacidad de trabajo y de compromiso con la Universidad, también dejó su impronta en el Libro Blanco de las Matemáticas, en el actual plan de estudios del Grado en Matemáticas de la Universidad de Salamanca, en las innumerables reuniones científicas (organizador del Congreso del Centenario de la RSME), y en sus responsabilidades de gestión (Vicerrector de Profesorado, Director de Departamento, etc.). 

Pero, por encima de todo ello, José María ha sido un amigo leal y sincero, lector voraz, una persona entrañable y de conversación siempre enriquecedora. Le tendremos siempre presente, conscientes del privilegio de haber trabajado a su lado.

Consulta la noticia en El País, La Gaceta y twitter.